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La posibilidad de intervención del psicólogo en la tarea pericial está deter­minada por un requerimiento fundamentado desde la misma dinámica de los procesos judiciales y regulada tanto en los aspectos formales del modo de cumplimentar el rol como en los alcances de la tarea a través del dictamen pericial.

Este nuevo y amplio campo de inserción laboral del psicólogo está perfec­tamente regulado desde el Derecho. Sin embargo, desde el profesional psi­cólogo, no cuenta en lo fáctico con una adecuada formación y en la mayoría de los casos se lo quiere asimilar desde un enfoque clínico, cuando no des­de la improvisación, en cuanto a la forma de responder al requerimiento ex­preso en el ámbito judicial, por lo que el trabajo profesional del perito no cumpliría con los objetivos específicos para los que fue citado. Como resul­tante de esto, el rol profesional del psicólogo queda menoscabado ante la fal­ta de claridad por la carencia de un lenguaje discursivo adecuado, que en muchas oportunidades termina siendo incomprensible para los magistrados, perdiendo eficacia la importante tarea que se nos encomienda.

Por ello es necesario para el profesional psicólogo contar con los elemen­tos básicos de conocimientos en esta área, tanto en el aspecto legal como en el desarrollo de su tarea en el campo judicial.

¿Por qué el Juez acude a un perito?

El magistrado que atiende determinado juicio puede, muchas veces, necesitar la colaboración de especialistas que aporten su opinión respecto de ciertos hechos o aspectos determinados, sobre los que él no podría expedir­se porque para ello se requiere un conocimiento específico.

La función del perito es siempre la de intermediario entre aquello que es­tudia o comprueba, en razón de sus especiales conocimientos, y lo que apor­ta posteriormente al proceso (dictamen pericial), para que en su oportuni­dad sea valorado por el juez encargado de dictar sentencia.

¿Qué debe conocer un profesional que desee desempeñarse como perito?

Para un mejor acercamiento al campo de trabajo de la práctica pericial en psicología forense, es necesario introducirnos en el conocimiento del marco legal dentro del que tendremos que realizar nuestra labor profesional.

Cuando hablamos del marco legal nos referimos, primero, a la ley que re­gula el ejercicio profesional de la Psicología (Ley 23.277) y, segundo, a todas aquellas normas legales por medio de las que los juzgados —tanto en el ám­bito de la Justicia nacional como en las provinciales— reglamentan la activi­dad.

De este modo, el conocimiento de estas normas nos permitirá compren­der mejor el ámbito de nuestro trabajo, los alcances y límites que tiene, las responsabilidades que trae aparejada la labor como perito psicólogo —no só­lo en el aspecto civil sino también en el penal— y las cuestiones éticas invo­lucradas en nuestro desempeño.

Asimismo, es necesario que el profesional psicólogo tenga en cuenta que el campo de trabajo es diferente al del abordaje clínico ya que, en estos ca­sos, la demanda de atención es de características diferentes, por lo que se ha­ce preciso adaptarse a las técnicas habituales y a los tiempos judiciales y pen­sar en estrategias específicas, con el empleo de todas las técnicas de estudio que el psicólogo puede aplicar. Esto requiere de parte del profesional un profundo conocimiento de manejo e interpretación tanto del material de las entrevistas como de los test de exploración de la personalidad. Esto implica que, para cada caso en particular, hay que hacer una selección de las prue­bas a administrar y de las estrategias a seguir, evitando caer en la estereotipación.

[1] La actividad pericial en Psicología Forense. Alvarez Hector Roberto. Varela Osvaldo. Greif Dora. Ediciones del Eclipse, 1992